El 25 de noviembre de 1960, en República Dominicana, tres activistas políticas, las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa) fueron asesinadas por orden del dictador Rafael Leónidas Trujillo. Ese día, las tres mujeres, que se dirigían a visitar a sus maridos en prisión, fueron detenidas por unos soldados. Fueron violadas, torturadas, golpeadas con palos y estranguladas, y luego arrojadas a un precipicio en su automóvil para simular un accidente.
El 25 de noviembre de 1981 se realizó el primer "Encuentro Internacional Feminista de Mujeres Latinoamericanas y Caribeñas" en memoria de las hermanas Mirabal. Desde ese día, el 25 de noviembre ha sido reconocido como una fecha simbólica.
En 1999 también fue institucionalizado por las Naciones Unidas con la resolución 54/134, de 17 de diciembre. Y se dio un paso más con el reconocimiento de la violencia contra las mujeres como un fenómeno social a combatir, gracias a la Declaración de Viena de 1993.